Olegario Barrera

"La vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes"

John Lenon

Hablando de:

Un poco de mí.

Nací en la isla de El Hierro, la más pequeña de las Canarias.

Viajé a Venezuela a los 9 años y, obligado por las circunstancias, regresé a España a finales del 2018.

Allá quedaron muchos amigos y querencias. Otros están aquí o regados en otros países, pero siempre conmigo, resistiendo al tiempo y la distancia.
Estudié teatro y cine y desarrollé mi carrera profesional en Venezuela, como director y guionista de largometrajes que ganaron más de cuarenta premios,
entre los que destacan los otorgados en los festivales de San Sebastián (España), Biarritz (Francia) Giffoni (Italia), Frankfurt y Schlingel (Alemania), La Habana, Bogotá, el Gran premio Simón Bolívar en Mérida (Venezuela).

“Pequeña Revancha”, mi primera película también fue la primera venezolana nominada a los Premios Goya.

He sido asesor de más de treinta guiones de cine.

Fui instructor de las cátedras libres de cine en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Simón Bolívar de Caracas, y durante dieciséis años fui director de programas dramáticos (telenovelas) en el
canal de televisión RCTV, en Venezuela.

He participado en talleres de escritura creativa dictados por el escritor Antonio López Ortega.

Publiqué mi primer libro de cuentos “Hombres de Verde y Negro” y estoy buscando editor para “Fieras heridas”, mi primera novela.

También me entretiene la fotografía, la pintura, la pesca y (cuando me deja el mar de La Coruña) la navegación a vela.

¿Mi mejor obra? Mis hijos y mis nietos, sin duda.

Algo de mis trabajos

Aquí una de mis obras: Relatos de las islas de los mil volcanes.

Hombres de Verde y Negro

Relatos de la más pequeña de las Canarias, la que durante muchos años fue la isla del faro del fin del mundo y del meridiano cero.

Relatos de los años de posguerra, de miedos, de carencias, de hambre… también de amor y alegrías, claro.

Relatos de soñadores que viajaron hacia el otro lado del Atlántico con los ojos llenos de esperanza y asombro.

Relatos del regreso a esas islas moldeadas por la lava de mil volcanes: a veces para recuperar afectos y algo de la memoria que se creía perdida, otras para aliviar recuerdos demasiados recientes, cuando lo que era un país (Venezuela) dejó de serlo.